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COLEGIATA DE CENARRUZA

       La Colegiata de Santa MarĆ­a de Cenarruza estĆ” situada en un montĆ­culo inmediato a la Puebla de Bolivar, a pocos kilómetros de la villa de Markina.

         El conjunto de la colegiata estĆ” formado por una serie de edificios que, alrededor de un espacio central, forman un polĆ­gono irregular de cuatro lados. Este conjunto rodeaba totalmente la plaza configurando un espacio medieval muy logrado. Se comunicaba con el exterior por dos puertas. Durante la noche del 15 al 16 de octubre de 1954 se produjo un incendio provocado por una chispa de la chimenea dela llamada ā€œCasa nueva del abadā€ que destrozó parte del conjunto. En dicho incendiodesaparecieron el antiguo hospital, la casa nueva del abad y unas casas de colonos colindantes al claustro; igualmente se vio afectado Ć©ste. A partir de este incendio parte de los edificios circundantes desaparecieron y varió sensiblemente el aspecto del conjunto.

         El acceso a la colegiata se hacĆ­a por una empinada calzada que, partiendo de la Puebla de BolĆ­var, terminaba en el lado oriental de la colegiata. En 1786 se hizo un camino mĆ”s cómodo. Actualmente existe una carretera construida entre los aƱos 1915 y 1918.

         La importancia de este recinto se multiplica debido a la carencia de recintos similares en Bizkaia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HISTORIA

 

ORIGEN Y VIDA DE LA COLEGIATA

         La colegiata es una iglesia que, no siendo sede del obispo, estĆ” regida por un abad, que podĆ­a ser seglar, y un colegio de canónigos seculares; en ella se celebran oficios litĆŗrgicos semejantes a los de las catedrales.

         Es la Ćŗnica colegiata de Bizkaia; ha sido ampliamente estudiada por Mugartegui.

         Su origen, segĆŗn una tradición, se remonta al siglo X.

         Dice la leyenda que el 15 de agosto del aƱo 968 cuando el pueblo asistĆ­a a la misa en la iglesia de Santa LucĆ­a de Garay en Guerricaiz ā€œse vio que un Ć”guila que bajó velozmente, cogió una calavera de una de aquellas sepulturas de piedra, y con ella entre las garras voló a la vista de los que oĆ­an misa, dejĆ”ndola caer en un lugar espeso y lleno de torbiscos, que el vascuence se llaman ceaurriac, de donde, con el tiempo, y por corromperse esta palabra, quedó la denominación de Cenarruza, y en donde erigieron nueva iglesia, abandonando la parroquia de Santa LucĆ­a, que se convirtió en ermita, y trasladando a la nueva parroquia las calepsas o sepulturas de piedra, que fueron cubiertas con losas, en los que se esculpieron las armas de sus dueƱos...Desde entonces quedaron como armas de Cenarruza el Ć”guila llevando una calavera en sus garras, y Ć©stas son las grabadas en el sello que oficialmente usaban el abad y los canónigosā€.

         La primera cita documental relativa a Cenarruza aparece en el becerro gótico de San MillĆ”n de la Cogolla; es un documento de 1082 por el que Lope IƱiguez y su mujer donan la iglesia de San Vicente de Ugarte al monasterio de Cenarruza, confirmando la escritura el abad don Blasco.

         El primitivo templo se convirtió en colegiata el 12 de agosto de 1379 y fue su primer abad don Pedro MartĆ­nez de Marquina, clĆ©rigo.

         En 1380, el Obispo de Calahorra, don Gonzalo de MarĆ­a y Vargas, promulgó, en Santo Domingo de la Calzada, las constituciones de esta colegiata. En 1400 las reformó el obispo de Calahorra don Juan de Velasco, para dar tĆ­tulo de canónigos a sus beneficiados; en 1477 se formalizaron nuevas constituciones, pero al haber cuestiones discutidas, el Papa Inocencio VIII las derogó y confirmó las anteriores en 1488.

         Durante mĆ”s de tres siglos y medio vivieron con estas constituciones.

         En 1721 por problemas con el administrador de un abad que no residĆ­a en Cenarruza, se inició un proceso conflictivo, plagado de pleitos, sentencias, apelaciones; dicha situación se alargó hasta 1745 en que se congraciaron las partes, el abad fue nombrado Obispo de Astorga y se formalizaron nuevas constituciones, modificando en parte las antiguas, que fueron aprobadas en 1759.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA PERSONALIDAD DEL ABAD DON DIEGO DE YRUSTA

         Desde el primer abad don Pedro MartĆ­nez de Marquina, 1379, hasta el abad mĆ”s ilustre de Cenarruza hubo otros 11 abades.

         Don Diego de Hirsuta nombrado abad en 1514 por el Papa León X, pertenecĆ­a a una ilustre familia originaria de la Puebla de BolĆ­bar. Era protonotario Apostólico, Doctor en Derecho y Sagrada TeologĆ­a, beneficiado y patrono de varias iglesias...Formaba parte desde aƱos atrĆ”s del cabildo de la colegiata.

         Obtuvo, mediante una bula de León X, los privilegios necesarios para la edificación, reparación y mantenimiento del hospital y albergue de pobres en Cenarruza.

         Trabajó infatigablemente en la colegiata a pesar de los incendios y desengaƱos. Todo esto, unido al cansancio, provocaron que presentase su renuncia a la AbadĆ­a al Papa Julio III, quien la aceptó en 1552.

         Hubo despuĆ©s otros 15 abades hasta el aƱo 1851.

 

DESDE 1851 HASTA NUESTROS DƍAS

         El concordato firmado en Madrid en 16 de marzo de 1851, al determinar en su artĆ­culo 21 las colegiatas que habĆ­an de conservarse en EspaƱa, y no incluir en dicha relación a la de Cenarruza, ocasionó automĆ”ticamente la supresión de la misma. Quedó convertida en parroquia, siguiendo en ella el Ćŗltimo abad, seƱor Meabe, y los canónigos que entonces habĆ­a, formando el cabildo de la misma, con igual feligresĆ­a, por entonces, que la que le habĆ­a pertenecido siendo colegiata, y conservando mientras vivieron el tratamiento anterior.

         Los aƱos que trascurrieron hasta finalizar el siglo fueron de pleitos por derechos, distribuciones, etc...y siendo corta la asignación que como iglesia parroquial tenĆ­a Cenarruza, fue acentuĆ”ndose el estado de abandono de abadĆ­a y claustro.

         Los primeros diputados que se ocuparon de la colegiata fueron don Juan Carlos Areyzaga y don Isidoro León. AƱos despuĆ©s, cuando en 1908 se constituyó la Comisión de Monumentos de Bizkaia, la Diputación se ocupó en diversas ocasiones de la ex colegiata de Cenarruza, abogando siempre por su conservación.

         El 29 de marzo de 1911 los diputados por el distrito de Marquina, seƱores UrĆ­zar, Urrengoechea y Arroyo prepararon una moción que presentaron en la sesión provincial del 18 de mayo del mismo aƱo; en ella proponĆ­an que la ex colegiata fuese declarada Monumento Provincial, declaración que se llevó a cabo el 29 de marzo de 1912.

         Desde el aƱo 1950 hasta hoy se han realizado numerosas obras de restauración, siendo muy importantes las Ćŗltimas llevadas a cabo.

         Actualmente la orden cisterciense se hace cargo de la colegiata.

 

LA IGLESIA

         La iglesia-colegiata es un edificio en sillerĆ­a y mampuesto. Su estructura parece gótica (siglo XV) y las bóvedas algo posteriores (XV-XVI).

         Se estructura el templo en una sola nave, mĆ”s bien corta, formada por dos grandes tramos algo desiguales, rematĆ”ndose en un Ć”bside ochavado, de cinco lados, muy estrecho en relación con la anchura de los tramos.

         El templo estĆ” abovedado en toda su extensión: Las bóvedas son todas de crucerĆ­a, pero diferentes tanto en los dos tramos como en el Ć”bside.

         Al pie del templo se halla el coro, alto, que parece posterior al resto de la nave, y al que se accede por una sencilla escalera de madera.

         El pórtico, situado al lado sur, fue construido en 1560 por Ɓmese Pedro de Horma. Tanto su piso como su estructura de madera han sido restaurados recientemente. El piso se hallaba cubierto de losas, habiendo entre ellas alguna lauda sepulcral con escudo de armas, que en la restauración ha sido extraĆ­da. El suelo actual es de piedra nueva.

         Los pies derechos y tirantes que sostienen la techumbre del pórtico son de madera de roble, decorados algunos con figuras geomĆ©tricas circulares similares a las que se utilizaba en las cubiertas de madera de las primitivas iglesias prerromĆ”nicas, segĆŗn López de Vallado. De una de sus vigas destaca un madero que sobresale hacia abajo y su extremo estĆ” tallado en forma de cabeza de fiera, pudiera ser un lobo.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
OTRAS DEPENDENCIAS

       El claustro estĆ” documentado en torno a 1560, aƱo en que llevaban allĆ­ a cabo sus obras los maestros Miguel de BolĆ­var, que lo diseñó, y Juan de Olate que lo ejecutó por fallecimiento del anterior.

         Situado al pie de la iglesia, comunica, por un lado, con el coro de la iglesia; los otros tres lados estaban rodeados por los edificios del hospital y la casa nueva del abad, actualmente desaparecidos debido al incendio de 1954.

         Su planta es cuadrada, de unos 14 metros de lado. Tiene dos plantas. La planta baja tiene cuatro arcos en cada lado. Sus columnas, de fuste liso y con capiteles geomĆ©tricos sencillos, son de base Ć”tica con collarino. Los arcos que se forman son de medio punto. En las enjutas entre los arcos hay medallones con cruces florenzanas y conchas de peregrinos.

         El piso superior estĆ” recorrido por una bella barandilla de piedra, con arcos rebajados; hay medallones similares a los de la planta baja en las enjutas. Remata el segundo cuerpo una cornisa con dentellones.

         La antigua casa del abad  se sitĆŗa al lado sur. Por un extremo comunica con la sacristĆ­a y por el otro con las casas que fueron de los canónigos.

         La antigua casa del abad fue posteriormente vivienda de uno de los canónigos, en 1930 casa del pĆ”rroco y poco a poco fue deteriorĆ”ndose, hasta que en 1965, ante la posibilidad del establecimiento de una comunidad religiosa, se procedió a su restauración.

         En la pared exterior del paso de la sacristĆ­a a la casa del abad estĆ” incrustado el escudo de armas de la colegiata, compuesto por un Ć”guila que lleva entre sus garras una calavera y en la orla el siguiente texto: Las armas milagrosas de Nuestra SeƱora Santa MarĆ­a de Ceaurica.

         La puerta de acceso del este, debajo del escudo, a la izquierda, era la principal; de sillerĆ­a, en arco de medio punto; lleva esculpido en la dovela central escudo de armas de los MĆŗgica y Butrón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         El patio central , al que se accede por dicha puerta, tiene, ya muy estropeados, pasos enlosados y encachados del piso que se ejecutaron el aƱo 1739.

         Casa antiguas de los canónigos: A mediados del siglo XVIII hicieron importantes arreglos ante el estado de ruina en que se encontraban.

         La casa nueva del abad . Hoy desaparecida. Fue construida, como consecuencia de las nuevas ordenaciones de la abadĆ­a, el aƱo 1782 por el arquitecto Arzadun. Se apoyaba en la pared sur del claustro, teniendo comunicación con el mismo.

         Hospital. Hoy desaparecido. Adosado a las paredes oeste del claustro y de la casa nueva del abad.

         Su existencia parece ser anterior a la Ć©poca en que el abad y los canónigos quedaron obligados a su sostenimiento como una de las condiciones que le impuso el rey Don Juan I de Castilla al concederles el patronato de la parroquia de Santo TomĆ”s de BolĆ­var.

         El edificio se incendió totalmente la noche del 26 de diciembre de 1526.

         RĆ”pidamente el abad Hirsuta comenzó a moverse para recaudar fondos y construir un nuevo hospital que volvió a incendiarse casi totalmente en 1824. En 1825 se reedificó pero desapareció totalmente en el incendio de 1954.

         La puerta oeste daba acceso al recinto por este lado, apoyada en un extremo del hospital. Hoy se encuentra desligada del conjunto. Es de medio punto, tambiĆ©n con el escudo de los MĆŗgica y Butrón en la dovela central.

         Casas de colonos adosadas a la pared norte del claustro y al hospital, hoy tambiĆ©n desaparecidas en el incendio de 1954.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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