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LA BATALLA DE GERNIKA

El año1835 el país se desangra en la guerra entre los ejércitos carlistas y liberales. En dicha

batalla murieron mas del doble de personas que en el bombardeo de Gernika.

 

Preparandose para el combate
 

El general de brigada liberal Fermín Iriarte tras pernoctar en Bermeo y después en

Mendata tomó direccion a Gernika. Allí calculó el general carlista Juan Manuel Sarasa que

pasaría la noche por lo que resolvió marchar a su encuentro, confiando en la superioridad de

sus tropas dado que las de Iriarte no llegarían a los tres mil hombres. Además Sarasa hizo

llamar a los cuatro batallones carlistas instalados en Oñate y a quienes esperaría en Mendata y

Albiz.

Después de un pequeño descanso en Gernika, Iriarte siguió su marcha hacia Lekeitio. Sarasa

quiso cortarle el paso saliendo desde Zornoza pero al llegar al alto de Andracas una espesa

niebla y lluvia abundante detuvo su marcha.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Primer combate en las calles de Gernika

Iriarte, después de haber pernoctado en Mileste, distante media hora del paraje que

ocupaban los carlistas, tomó el camino de Lekeitio, y contramarchando se dirigió a Gernika.

Sarasa corrió a anticiparsele y ocupó la villa haciendo los preparativos para hacerle frente. Al

aparecer las fuerzas liberales se abrió fuego pero los liberales acometieron con tal brio que

rechazaron los puestos vanzados de los carlistas arrollandolo todo a su paso. Pero ya en las

calles de Gernika chocaron con el mayor número de los carlistas. A esta situación hay que

añadir la aparición de los batallones guipuzoanos carlistas por el Burgoa quienes dieron una

impetuosa acometida al flanco izquierdo liberal por lo que Iriarte se ve obligado a destacar

una gran parte de sus fuerzas contra sus nuevos enemigos. La noche se acercaba y la situación

empeoraba por momentos para los liberales. Entonces Iriarte decide jugarse el todo por el

todo y se arrojó intrepidamente a la conquista del pueblo.

Segunda embestida liberal en el puente de Renteria.

Acomete por última vez el puente, lo atraviesa pisando montones de cadaveres,

penetra en la villa y llega a la plaza dejando el suelo cubierto de muertos. Los intrépidos

vizcainos (carlistas), protegidos por los lanceros, les dan allí una terrible carga a la bayoneta.Y

los liberales, cansados de pelear contra fuerzas superiores y valientes, van poco a poco

cediendo el terreno, declarándose al fin la victoria por los carlistas

Parte de bajas y de calamidades

Terrible y desastrosa fue para Iriarte esta derrota."Solamente en el pequeño recinto

desde la venta de Tablas, vega de Rentería y calles deGernika hasta Ereño-dice un documento

de procedencia carlista-se recogieron y sepultaron como aparece de varias certificaciones,

cuatrocientos cincuenta y tres cadáveres de jefes, oficiales y tropa. Sin contar con los que

se ahogaron por haberse volcado al paso de los primeros la escalera que hacía de puente, y en

su carrera se tiraban al agua. Ni tampoco los que después de Ereño mataron las partidas de

observación y compañias de bloqueo de Lekeitio,que pasan de ciento.

Entre los prisioneros, solo se hallaron cincuenta y cinco heridos, que se dirigieron a los

hospitales. Pero sé que por haberlos tenido muy a retaguardia se llevaron multitud de ellos

para Lekeitio. Además quedaron en nuestro poder,entre pasados y prisioneros,doscientos y

un individuos, toda la numerosa brigada, dos piezas de artilleria de montaña con su tren, y

municiones, cajas de guerra, armamento y otros efectos.

Fueron fusilados, en represalia del asesinato cometido últimamente por la misma columna

con dos soldados nuestros hechos prisioneros, dos coroneles, un teniente coronel y tres

subtenientes (en el documento se señalan nombres y destinos), después de haber recibido los

auxilios espirituales.

Nuestra pérdida, aunque muy sensible, ha sido insignificante comparada con la gran victoria,

por consistir en un coronel, dos capitanes, dos subalternos y cincuenta y cinco sargentos, cabos

y soldados heridos en la división de mi mando"

 

Los liberales sitiados en el convento de la Merced

 

Las fuerzas de Iriarte quedaron cortadas por el enemigo en el convento de monjas de

Rentería, unos doscientos hombres. Solos y cercados resolvieron aguantar en el convento

antes de rendirse.

Sarasa les invita a la rendición, pero no obtiene respuesta. Intenta el ataque e incendio

del convento pero tampoco consigue nada: Tras las puertas quemadas hallaba fortísimas

paredes de guardafuegos que los sitiados habían improvisado. Viendo la inutilidad de este

medio Sarasa se propone abrir en el coro una brecha por la cual penetrase el humo de los

combustibles que amontonaba alrededor del convento. Y a este fin manda poner tras el altar

mayor una pieza de artillería. Tampoco lograría su objetivo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Espartero rescata a los liberales sitiados en la Rentería

Espartero llegó a Gernika, y desde el alto de Muniketas divisó las llamas del convento

Temiendo llegar tarde y para avisar a los sitiados de su llegada mandó disparar tres cañonazos.

Al oirlos y apercibirse de su llegada los carlistas se retiraron a Arratia y los guipuzcoanos a

su provincia por Munitivar. Espartero les persigue por las calzadas de Astoaga pero no logra

darles alcance y baja a Gernika por Mendata. Alli socorre a los heridos y agradece su ayuda a

las monjas. El cuatro de mayo Espartero dictó la siguiente orden del día:

"Soldados: van a desfilar por delante de vosotros ciento noventa y cuatro valientes, que

atacados por ocho batallones, batidos por la artillería a menos de tiro de pistola, y rodeados

del incendio que devoraba el débil edificio a que se habían acogido, no han titubeado un

instante entre el honor y la muerte que les amenazaba. Han sellado su lealtad con sangre. Y la

patria, admirada, premiará y transmitirá a la posteridad los heroicos hechos de tres dias, en

que el hierro, el plomo y las llamas han cercado a estos bizarros militares (...)para eterno honor

de los regimientos de Gerona y el Príncipe, a que pertenecen"

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
JUAN MANUEL SARASA LOCEN

Militar navarro nacido en Olloen en 1785 y fallecido en Pamplona en 1856. Combate contra

las tropas de Napoleón en Alemania y Suecia. Participa activamente en las campañas realistas

de 1821 a 1824, y en 1833 toma partido por la causa del pretendiente carlista, combatiendo

junto a Santos Leon y Sagastibeltza, organizando el movimiento carlista en la merindad de

Pamplona. En 1835 es ascendido a general de los carlistas vizcaínos, enfrentándose al general

isabelino Iriarte en Gernika. Participa en el segundo y tercer sitio de Bilbao. 

 

 

Fuente: "Crónica general de España-Crónica del Señorío de Vizcaya" deFrancisco Rodriguez

García.

 

Editado en la revista Aldaba . Autores: David A. Carrero y Alberto Iturriarte componentes del

Gernikazarra Historia Taldea

 

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