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26-4-1937.- El bombardeo de Gernika

                   Gernika antes del bombardeo

Para comenzar a hablar sobre Gernika ese fatídico día del 26  de abril de 1937 hay que empezar  hablando de su situación ese día. Por entonces Gernika  contaba con unos 7.000 habitantes y habría otros 3.000 más refugiados que venían huyendo de la guerra. También había en Gernika dos batallones, pero el 26 de abril de 1937 era  día de mercado y medio fiesta, y no se esperaba nada de lo que ocurrió después porque tampoco había tropas en retirada atravesando la ciudad y el ejercito en combate se hallaba más allá de Markina, muchos kilómetros al este y el Oiz, varios kilómetros al sur. Gernika estaba muy lejos del frente en la retaguardia, en la vía de comunicaciones con Bilbao.

 

         El bombardeo

 Nadie en la villa pensaba probablemente en la guerra cuando, a las cuatro y media, la campana de la torre de la iglesia comenzó a sonar. El toque de campaña a rebato con una sola campana significaba alarma aérea. La población corrió a buscar refugio y los animales en la plaza se quedaron solos. Había numerosos refugios en Gernika habilitados para el caso después del bombardeo que sufrió Durango el 31 de marzo, pero muchos de ellos eran sótanos protegidos por simples sacos de tierra y que de poco sirvieron por lo que ocurrió después.

Al  poco de sonar la campana apareció un Heinkel 111 y lanzó seis bombas de calibre medio que cayeron cerca de la estación; momentos después apareció otro Heinkel que bombardeó la misma zona utilizando esta vez las ametralladoras contra la población.

Al no ocurrir nada más en 15 minutos, la gente comenzó a salir de los refugios, pero fue entonces cuando empezaron a llegar los Junker 52 que vaciaron su carga de bombas por grupos de una tonelada cada vez sobre la ciudad.

Además de las numerosas bombas de 50 y 100 libras, los alemanes lanzaron grandes torpedos de hasta  1.000 libras que en una ciudad pequeña como Gernika casi siempre alcanzaban algún edificio, rasgándolo de arriba abajo verticalmente, haciendo explosión en los sótanos.

Aparte una escuadrilla de cazas Heinkel 51 ametrallaba todo cuanto se movía en las afueras de la ciudad. Serían aproximadamente las cinco y cuarto.

Durante dos horas y media escuadrillas integradas de tres a doce aviones de tipo Heinkel 111 y Junker 52 bombardearon Gernika despiadada y sistemáticamente.

Cada veinte minutos llegaba una nueva oleada de aviones. En el intervalo algunos intentaban escapar, pero los cazas hicieron desistir a muchos. Gernika  fue arrasada casi en su totalidad. El fuego, el humo y los cascotes hacían irrespirable la situación dentro de los refugios. Mucha gente murió en estos refugios porque no estaban preparados para resistir un ataque de esta envergadura. Las bombas destruyeron la inmensa mayoría de las casas, y las que no fueron destruidas por las bombas, lo fueron por el fuego porque los alemanes utilizaron además bombas incendiarias que al explotar podían producir un calor de 3.000 grados centígrados, y que arrasaron con todo lo que quedaba en pie.

A las siete y cuarenta y cinco minutos se fue el último avión. Gernika había dejado de existir.

 

        

Los aviones que participaron

Los aviones que participaron serían entre 45 y 50 en varias pasadas, desglosados de la siguiente manera:

         1 bimotor de bombarderos experimentales Dornier 17

         3 Savoias 79 (italianos)

         2 Heinkel 111

         3 escuadrillas de Junker 52 (doce aparatos cada escuadrilla)

         Los cazas Heinkel 51

         (participarían entre 125 y 140 aviadores)

 

         El material empleado

El material empleado fue de bombas explosivas de 50 y 250 kilos y bombas incendiarias de 1 kilo. El peso aproximado de bombas incendiarias lanzadas sería de 3.000 y el total de explosivos descargados sobre la ciudad sería de 50.000 kilos.

 

         El objetivo

El objetivo perseguido fue destruir el puente de Rentería, o por lo menos esa fue la excusa, pero no tiene sentido emplear 50.000 kilos de bombas y más de 3.000 incendiarias para destruir un puente. Mas tarde Goering afirmaría que Gernika fue un campo de pruebas para la Luftwaffe. Pero Franco y los alemanes negaron el bombardeo desde un principio porque no interesaba que se supiera lo que realmente ocurrió.

 

            Los muertos

         Sobre los muertos se ha hablado mucho, desde cantidades astronómicas de 5.000 muertos hasta los de unos pocos. Pero no se sabe a ciencia cierta cuantos fueron porque había mucha gente de paso y cuando se debió hacer el recuento no se hizo porque no interesaba al régimen de Franco que siempre negó el bombardeo afirmando que Gernika fue incendiada por los milicianos antes de abandonar Gernika. A pesar de todo el número de fallecidos no parece ser muy alto, hoy en día se acepta el número de alrededor de 250 de una población de 6.000.

 

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